Pablo habla a los creyentes, para que estén firmes en la fe y orando, porque los enemigos nos acechan: principados y potestades invisibles, fuerzas de las tinieblas, demonios; al mando de

nuestro enemigo Satanás. Satanás es más fuerte que un hombre o una mujer sin Cristo; por eso la Biblia dice que hay que velar, y Dios no permitirá que seamos tentados más allá de nuestras fuerzas.