La Iglesia de Jesucristo es un pueblo que cree en Él y le sirve: arrepentido de todos sus pecados; nacido de nuevo. Cuando cristo entra en un corazón, revoluciona esa vida;

hay un nuevo nacimiento: un cambio total. Actúa, viste, camina, y habla con prudencia, honestidad y decoro. Se separa de todo pecado y no comparte con los pecadores; es edificado: alcanza paz y amor celestial.