En la obra misionera, suceden muchas situaciones adversas. Los enemigos de la Palabra de Dios, le hacen la guerra a los que la predican. Los religiosos más grandes, siempre tratarán de

estorbar el verdadero trabajo de la evangelización. Ellos pidieron que crucificaran a Jesucristo. La verdadera Iglesia de Cristo, es la que vive conforme a lo que está escrito en la Palabra de Dios.