En la Santa cena se toma jugo de la uva, que representa la sangre de Cristo; y se come pan, que representa el cuerpo de Cristo. Antes de tomar la cena,

es necesaria una revisión espiritual personal: la Biblia dice que la cena del Señor es para los santos. Y Dios conoce a todos sus hijos: no puede ser burlado. El que toma esta cena, en pecado oculto: acarrea maldición para su vida.