Hay problemas, pero tenemos paciencia, paz y confianza; porque todo lo malo que le sucede a un creyente fiel, a un verdadero hijo de Dios, que vive en justicia, verdad, santidad

y conforme a la Palabra de Dios: le ayuda a bien. Dios lo ha declarado. Como es el caso de José, hombre temeroso y fiel a Dios: le fue muy mal; pero todo lo que sufrió, terminó en una victoria muy grande.