La sociedad con tanto dinero y ciencia, va de mal en peor. Las autoridades y los medios de comunicación aprueban y difunden prácticas pecaminosas; trayendo maldición para ellos y para los

pueblos. Pero los impíos no tendrán paz. Por eso hay que leer la Biblia, para darse cuenta lo que nos falta para ser santos como seres humanos, rectificar: ser hijos de dios felices, por siempre.