En la Iglesia de Corinto que Pablo levantó y que sabía la Sana doctrina; hubieron muchos problemas. Pablo no pudo estar siempre, para enseñar la doctrina, ni para estar en los

Bautismos en agua. Algunos estaban falsificando la Palabra de Dios. Pablo se entristeció, porque tuvo que corregir con firmeza. La Palabra de Dios tiene que penetrar profundamente en la vida de cada creyente.