El diablo se rebeló. Judas también se rebeló: traicionó a Jesús. Cristo vino, dio su vida y ha dado la Palabra de vida, que hacía falta. Pero hasta hoy el diablo,

hace un trabajo en contra de la voluntad de dios. Sin embargo la Iglesia de dios, es un pueblo redimido por la sangre de Cristo: que le ama, que le obedece, espera su venida y sigue predicando su Palabra; para Salvación.