Los Siervos de cristo, deben estar sujetos a Él. Por eso hay que orar, consagrarse, para buscar la dirección de Dios; el moverse a otro lugar, sin confirmar que es su

Voluntad, lleva al fracaso. Por eso Él reparte riquezas materiales y también talentos; y exige a cada uno, según su capacidad, para ser útiles en su Obra. De tal manera, que donde Dios nos ponga, seamos de bendición.