Lo que necesitamos saber sobre el Armagedón es lo mismo que necesitamos saber sobre todo el Apocalipsis de Jesucristo; es decir, que Jesús gana. La buena noticia del evangelio es que los que estamos en Cristo también participamos de su victoria.
Podríamos quedar atrapados en muchos de los detalles específicos del Armagedón . ¿Es una batalla que ya ha tenido lugar? ¿Todavía no ha tenido lugar? ¿Dónde se ubicará? ¿Quién estará allí? ¿Estarán los cristianos todavía en la tierra en ese momento? Pregunta tras pregunta. Pero la realidad es que el mensaje central aquí es de consuelo para el pueblo de dios. Es el mismo mensaje que resuena en el Salmo 2. dios gana.

Pequeño relato de Mike Leake sobre el Armagedón.

El año era 1999. Yo estaba en mi último año de instituto. Un año antes, el éxito de taquilla Armageddon estaba grabado en mi mente mientras la canción I Don't Wanna Miss a Thing de Aerosmith sonaba sobre la dolorosa escena de la película. Pero este año la palabra adquirió un significado diferente. Este Armagedón presentaba al luchador Triple H contra el dueño, el Sr. McMahon, en un combate sin restricciones. Yo era un niño casi sin iglesia y por eso escuchar palabras como Armagedón significaba que alguien iba a morir tratando de salvar el mundo o que la gente iba a luchar hasta la muerte. Me sorprendió un poco descubrir que esta palabra provenía realmente de la Biblia. ¿Qué significa en la Biblia?

¿Qué es el Armagedón?

La frase Armagedón sólo aparece una vez en la Biblia, en Apocalipsis 16:16, y es de origen hebreo. En Apocalipsis 16 leemos que los espíritus demoníacos reúnen a los reyes del mundo "para reunirlos para la batalla en el gran día de dios Todopoderoso". La asamblea de todos estos reyes que vienen contra el SEÑOR tiene lugar "eso en hebreo llamado Armagedón".

Muchos creen que es una referencia a "la montaña de Meguido". Meguido era un antiguo campo de batalla en el que los israelitas ya han librado una batalla histórica. Fue aquí donde Débora y Barak derrotaron a Sísara y a los cananeos. También fue aquí donde el rey Josías encontró su fatídico final a manos del faraón Neco. Este campo de batalla sería un lugar apropiado para una batalla final entre el bien y el mal. Para decirlo de la manera más sencilla posible, el Armagedón es el lugar de una batalla decisiva entre el bien y el mal. Por supuesto, hay muchas preguntas más difíciles en torno a esa sencilla explicación, y muchas de esas respuestas estarán relacionadas con su interpretación general del Apocalipsis y sus puntos de vista sobre la escatología.

¿Cómo podemos prepararnos para el Armagedón?

Tenemos la esperanza de encontrar datos claros sobre el Armagedón y teorías sobre cuándo y dónde ocurrirá. Lo hacemos por miedo. Queremos saber cuánto papel higiénico y latas de frijoles horneados necesitamos almacenar en nuestros búnkeres para protegernos. Queremos leer nuestros periódicos y actuar en consecuencia y prepararnos para este gran e impresionante día. Pero, ¿y si ese no es el objetivo de estos textos? ¿Y si el Apocalipsis no pretende darnos una bola de cristal sobre el futuro de la forma en que creemos que lo hace? ¿Y si, por el contrario, pretende decirnos una verdad clave que resonará a lo largo de la eternidad y que será cierta independientemente de la época en la que nos encontremos? Esa verdad es que Jesús vence.

 En Salmos 2:10-12 nos da un poco de respuesta aquí:

Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Estad atentos, gobernantes de la tierra.
Servid al Señor con temor
y regocijaos con temblor.

Besad al Hijo,
para que no se enoje y perezcáis en el camino,
porque su ira se enciende rápidamente.
Dichosos los que se refugian en él.

La mejor manera de saber que se está preparado es refugiarse en el Señor. Si confiamos en Jesús, entonces la Batalla de Armagedón, o cualquier batalla entre ahora y entonces, es seguro que terminará para nuestro bien. Somos bendecidos si nos refugiamos en él. Eso es ser eternamente feliz.

Armagedón es una imagen del principio del fin de la maldad. Cuando dios derrama su ira sobre todos los que se oponen malvadamente a dios y a su bondad. El derramamiento de la ira de dios no es algo que los creyentes en Jesús tengan que temer, pues Jesús ha bebido hasta las heces la copa de la ira de dios que nos pertenecía. No hay más ira ni condenación para los que se refugian en Jesús. Pero a los que se niegan a "besar al Hijo" no les queda más que soportar el justo castigo de dios por la rebeldía obstinada y los actos perversos.

mensaje:

necesitamos saber que Jesús gana. Y nos preparamos para ello estando unidos a Cristo y siguiendo su camino de sufrimiento hasta la victoria.