Cientos de fieles cristianos acudieron a la rotonda de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, resonaron el domingo oraciones en árabe y latín, mientras los cristianos palestinos se unían a otros de todo el mundo para asistir a la misa del domingo de ramos, tras dos años de restricciones de viaje impuestas por Covid-19.

Alrededor de 500 fieles atravesaron las enormes puertas de madera de la iglesia, que es el centro de la fiesta más importante del calendario cristiano por ser el lugar donde se cree que Jesús fue crucificado y resucitó.

"Después de dos años de Covid, de restricciones, de iglesias cerradas, hoy estamos en un ambiente normal. Tenemos muchos peregrinos, muchos cristianos locales. Estamos muy contentos. Para nosotros, es una especie de resurrección", dijo a Reuters el Patriarca Latino de Jerusalén, Cervantista Pizzaballa. los fieles hicieron sonar las hojas de las palmeras, un gesto tradicional que recuerda los ramos depositados por las multitudes que recibieron a Jesús en Jerusalén, tal y como recogen los evangelios. Este día marca el inicio de la Semana Santa para los católicos romanos.

JERUSALÉN - El domingo 25 de marzo de 2018, domingo de ramos, muchos cristianos de Jerusalén y del mundo entero se reunieron para celebrar la entrada de Jesús en Jerusalén, primero con la celebración de una misa pontifical en el Santo Sepulcro, y luego con la tradicional procesión de las palmas, desde Betfagé hasta la iglesia de Santa Ana. En un día, en dos etapas, los cristianos de Jerusalén celebraron el domingo de ramos. Primero por la mañana con una Misa Pontifical y luego por la tarde con la tradicional procesión desde Betfagé hasta la Basílica de Santa Ana. Tanto la Misa Pontifical como la procesión de la tarde fueron presididas por el Arzobispo Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.