Un estudiante dirigió la oración en voz baja. Luego todos se sentaron a comer, tranquilos; pero fueron amonestados por las autoridades educativas.

Este hecho, basado en la decisión del Director de la Escuela de Wyoming; según la cual los estudiantes estaban impedidos de orar en la Cafetería durante la hora del almuerzo.

La defensa cristiana reaccionó presentando acciones legales, ante esta prohibición a los estudiantes, de ejercer su libertad religiosas.

El abogado Jonathan Scruggs manifestó: “Le escribimos para informarle que, prohibir la oración en una de sus Cafeterías, viola el Primero Enmienda, que menciona que las escuelas pueden permitir la expresión del estudiante; siempre que la difusión no sea material ni perjudicial. La Primera Enmienda protege el derecho a orar, no solo en privado, sino también en lugares públicos”.

La directora Stanetta Twiford se acercó a una de las estudiantes después del almuerzo y le dijo que ella y los demás estudiantes no tenían permiso para rezar durante el almuerzo porque estaba imponiendo su religión a los demás estudiantes.

Twiford añadió que si los estudiantes querían rezar, debían obtener permiso para ir al pasillo o al gimnasio para hacer su reunión de oración fuera de la vista de otros estudiantes. Un profesor de estudios sociales también dijo a los alumnos que rezar en la cafetería era una violación de la Iglesia y el Estado.

A pesar de la oposición de los principales de la Escuela, los estudiantes ganaron el derecho para en libertad, manifestar su fe cristiana; mediante la oración en la Escuela Secundaria de Wyoming.