Los líderes eclesiásticos del país se han unido en la oración incluso antes del estallido de la guerra. El 16 de febrero se reunieron en la catedral de Santa Sofía de Kiev.

Cristianos y judíos en Ucrania rezan juntos por la protección de Dios. Judíos y cristianos rezaron juntos por la ayuda y la protección de Dios en sótanos y refugios de toda Ucrania. Lo hicieron con las palabras del Salmo 31, que comienza con "En ti, Señor, me he refugiado".

“Hoy oramos para que la paz vuelva a nuestra región. Y para que Dios proteja a todos los cristianos ortodoxos y para que este fratricidio termine. Oramos por esto cada fin de semana y también le pedimos ayuda a Dios para que se resuelva esta situación”, dijo Natalia Panasenko, una residente.

Concretamente, hoy le pedí a Dios que la gente entienda que el fratricidio es impensable. Es un gran pecado. Uno de los mandamientos de Dios nos dice: “No matarás'”, indicó Tatjana, otra residente.

La ciudad de Debáltsevo ha estado sin electricidad, agua y gas durante al menos 10 días, esto llevó a muchos a huir de un intenso duelo de artillería entre el gobierno y las fuerzas separatistas prorrusos.

Muchas personas abandonaron la ciudad el sábado para irse a refugios.

“La situación se ha vuelto cada vez peor. Y ahora por fin nos hemos trasladado a un refugio para permanecer viviendo aquí”, dijo un residente.

Un mes de relativa calma en el este de Ucrania se hizo añicos a principios de enero por la lucha en toda regla, como los separatistas intentaron recuperar parte del territorio adicional de manos del gobierno.

Los líderes rebeldes acusaron a Ucrania de la movilización de sus fuerzas antes de una ofensiva inminente.

Los esfuerzos para mantener conversaciones sobre la detención de la escalada de violencia han sido hasta ahora infructuosos.

Desde que comenzó el conflicto en abril, se ha cobrado más de 5.100 vidas y se desplazó a más de 900.000 personas en todo el país, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Desde que estalló la guerra, cada vez son más las personas que acuden a la iglesia en busca de un lugar donde llorar, reunirse y rezar.