La Palabra de Dios llama a reflexión sobre la Salvación por fe, por gracia. para no retroceder, para obedecer a Dios, hablar y vivir verdad. El creyente y el Pastor deben

ser personas íntegras, de buen testimonio, de conducta intachable. Ya no seguimos la Ley de Moisés, es la Ley del Nuevo Pacto con Jesucristo; pero los valores, los principios: persisten, no hay ninguna confusión.