Jesús instituyó el Bautismo en agua, que consiste en sumergirse en el agua y salir, simbólicamente, hacia una nueva vida: testimonio de muerte al pecado. También instituyó la Santa Cena: representa

el sacrificio de Jesús en la cruz; de la que participan los cristianos en Santidad. El Bautismo en el Espíritu Santo y los dones, son cobertura y capacidades para hacer la Obra de Dios.