El pueblo de israel, desde el primer día murmuró y se quejó. La tierra tuvo que abrirse y tragarse a muchos, a otros les cayó fuego del cielo y los
quemó; pero no cesó en su pecado. María y Aarón murmuraron de su hermano Moisés, por haberse casado con mujer cusita. Jehová castigó a María con lepra. Aarón pidió perdón y fue perdonado. Después, Dios ordena pena de muerte al pecador.
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