El Apóstol Pablo, fue Pastor fundador de la Iglesia de Corinto; nos da una gran enseñanza: de pueblo en pueblo predicaba el Evangelio, fue perseguido, amenazado, golpeado, preso, apedreado, arrastrado.

Sin embargo él nunca se acobardó. Mas bien, con mayor fuerza predicaba el Evangelio. Solamente una persona que tiene una verdadera experiencia con Dios puede tomar estas decisiones.