Después de experimentar la benignidad, la misericordia, la compasión y el amor de Dios; el creyente sincero busca escuchar, estudiar, leer y vivir la Palabra de Dios. Esto, para crecer

espiritualmente hasta la vida eterna. Muchos hogares y personas, han sido bendecidos y transformados por el poder de Dios: esclavos de vicios y pecados, con matrimonios destruidos; son restaurados.