Pablo tuvo que exhortar a la iglesia, que estaba en discusiones: porque eso no es de Dios. Los creyentes se reúnen en el templo para adorar, alabar y dar gloria al

nombre de Dios, gozar de su presencia y aprender de su Palabra. Ella nos brinda fe, confianza, valor, fortaleza, conocimiento, temor y respeto a Dios. Él nos provee de todo; esto está vigente para todos los que le aman.