El cristiano debe ser capaz de padecer por Cristo: Renunciar a la mala forma de vivir antigua, para hacer lo que Dios dispone. El mundo es un desastre: crisis, violencia,

crimen, suicidio, amargura, dolencia; por causa de que la humanidad es usada por Satanás, para rebelarse con Dios y hacer lo malo. Pero el hombre y la mujer que se convierten a Dios, son una bendición para todos.