Desde el principio, Dios nos ha enseñado su Palabra: es una verdad de toda la eternidad, es la base del Cristianismo: el que enseña algo distinto, enseña herejías. El diablo ha

levantado religiones que se han prostituido, han desviado la doctrina cristiana y han torcido el mensaje de Dios; consintiendo y enseñando abominaciones: idolatría, homosexualismo, fornicación y hechicería.