La Palabra de Dios reafirma varias veces, que Jesucristo mismo en su segunda Venida con voz de mando, descenderá del Cielo; y los que murieron creyendo en Él: resucitarán primero. Es

decir, que se asegura la resurrección de los que han muerto limpios de pecado, apartados de todo vicio y maldad. Luego seremos arrebatados, los que habremos quedado santos, hasta la venida del Señor.