Dios ordenó que se escribiera su Palabra, para edificación de personas y naciones. Entre Génesis y Apocalipsis, el Señor habla de los problemas, bendiciones y respuestas de su pueblo; en

la historia. Dios ha prometido bendecir a todas las naciones; pero a veces éstas no creen, se dividen, se rebelan; y tiene que corregir. Pero Él libra a los que son suyos; como sucedió con Moisés.