La puerta estrecha es una puerta espiritual, un camino angosto; que conduce a la vida eterna. Sólo el que hace la voluntad de Dios, entrará en el reino de los cielos.

Hay que renunciar al pecado: a los vicios, la inmoralidad, la delincuencia, a la mentira; porque el camino espacioso lleva a la perdición del alma. Somos un pueblo separado del mundo; que no hace amistad con lo malo.