Cualquier cosa es más importante para la gente, que venir a la Iglesia, a escuchar el banquete espiritual; que es la Palabra de Dios: Él lo sabe. El Padre celestial ha

convocado a personas, a quienes ama; para que gusten de este banquete. Pero son religiosos, creen en Dios; pero dicen que no tienen tiempo para Él. Están atados, no pueden fructificar espiritualmente: no triunfarán.