La nobleza es una actitud de sinceridad, de generosidad, de dignidad!

La nobleza es una identidad de realeza y nosotros somos hijos de un Rey poderoso y amoroso. En esta

actitud se debe manifestar nuestra verdadera identidad como hijos de Dios. La verdadera nobleza es anti-egoísta, ya que siempre está atenta a las necesidades de las otras personas antes que las nuestras. La verdadera nobleza siempre es una actitud generosa e incondicional.

La nobleza es una manifestación del verdadero amor que nos hablaI Corintios 13:4-7. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Es una actitud de servir, atender, tratar con delicadeza y paciencia a una persona.

La nobleza no hace nada indebido a otra persona, aunque aquella se lo merezca. La nobleza, deja que el Rey se encargue de la justicia y no acciona su propia ley.

Esta nobleza que es producto de nuestra relación con Dios siempre va a estar en función del bienestar de los demás y sin quejas ni reclamos. Porque viene de Dios!

I Pedro 3: 7: Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. En este pasaje bíblico, se le habla a los hombres a practicar la nobleza con sus esposas; y nos hace una fuerte advertencia: nuestras oraciones no van a ser recibidas si no estamos tratando a nuestras esposas con nobleza!

Practicar la nobleza cuando estamos enamorados o estamos bien en la relación, no requiere de ningún esfuerzo, pero cuando hemos tenido un desacuerdo o hemos sido lastimados, se nos hace muy difícil practicar la nobleza.

Hay personas que abandonan una actitud de nobleza porque han sido lastimadas o heridas.  Tenemos que perdonar y bendecir a las personas que han provocado en nosotros una actitud innoble, y continuar siendo nobles acorde a la naturaleza de nuestro Señor y Salvador: Jesucristo. Perdonar es nobleza!

Comportarse con nobleza, honra a nuestro Padre Celestial, y consecuentemente va a producir bendiciones en nuestra vida.

Recordemos la regla de oro: Mateo: 7:12: Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas.

En I Cor 11:7: El varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios, pero la mujer es gloria del varón. En este versículo queda bien claro que Dios designó al hombre la misión de ejercer la nobleza con su esposa, para que la nobleza y el amor de Dios fluyan a través de él hacia su esposa y su familia.

Un hombre noble siempre es caballeroso y trata a las mujeres con la nobleza propia de su abolengo como hijo de Dios.

La mujer debe igualmente honrar y obedecer la palabra de Dios con la actitud digna de una princesa del Reino, que cumple su misión más importante en la vida, como esposa, madre y mujer virtuosa que respeta y apoya a su esposo, porque tiene su identidad bien definida como noble hija del Rey de Reyes y Señor de Señores.

Si han tenido una actitud in-noble, no digna de un hijo(a) de Dios, pídanle perdón a su Padre Celestial y tomen la decisión de comportarse cada día con la dignidad de príncipes y princesas del Reino, no de este mundo, sino del Reino de los Cielos. Pídanse perdón y perdónense ustedes también, con la nobleza de hijos de Dios.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.

CUÍDALO!

Luis y Hannia Fernandez
www.libresparaamar.org

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