La orden de dios es multiplicarnos: llevando la Palabra de Santidad, la Sana Doctrina que Él mismo ha establecido. Los doce comenzaron a destruir las obras del diablo, luego los

setenta: millones se van uniendo a esta gran Comisión, por todo el mundo. La maldad también se ha multiplicado. Pero el evangelio avanza, con una buena poda de purificación por el poder del Espíritu Santo.