El Apóstol Santiago escribe a los creyentes, sobre este tema; porque habían problemas en la Iglesia primitiva: falsos testimonios, fuertes discusiones y conflictos; debido al mal uso de la lengua.

La Iglesia debe ser un grupo de creyentes que viven en armonía, en paz y con espíritu de ayuda mutua. Pero a veces, la lengua es usada por el diablo; para causar desorden y divisiones.