Dios reparte, dentro de los miembros de la iglesia que tiene sus cimientos fundamentados en jesucristo: dones y capacidades, para su edificación. En el cristianismo auténtico, las mujeres y varones que

profesan piedad: visten y actúan con honestidad y honor. La Sana Doctrina de la iglesia de jesucristo se basa en las Sagradas Escrituras y responde a principios morales universales.