El espíritu de Dios mora en la iglesia de Cristo: hay dulzura, hospitalidad, amor, atenciones y servicio mutuo. Los hermanos de la verdadera iglesia de Cristo, que es un solo cuerpo,

también sufren la aflicción de su hermano; y están bajo la autoridad de la cabeza: que es Cristo. La Palabra de Dios invita al cristiano a obedecer, observar e imitar a su Pastor en su fe y conducta.