Jesús sale de Israel y se dirige a otra región, en el Mar Mediterráneo. Una mujer cananea, gentil; sabe que Jesús, el Hijo de Dios, el profeta, el Mesías: está por

ese lugar y hace milagros. Entonces, se acerca, clamando por misericordia para su hija: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Dios se agrada, cuando alguien se acerca a Él; con fe. Jesús, aún no contesta nada.