El Espíritu de dios que mora en nosotros; nos anhela celosamente. Para que nuestro cuerpo, alma, y espíritu; sean consagrados y puestos a su servicio: honrando su Palabra, viviendo en

Santidad. dios da su gracia a los humildes, que viven de acuerdo a su Palabra y a su Voluntad; los bendice, los prospera y los utiliza en su Obra; en beneficio de las almas perdidas: gran privilegio.