Jesucristo dice que un día se notará diferencia entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. Allí será el lamento de los cuatro términos de la Tierra,

por su incredulidad. Hay música que no inspira para buscar a Dios: exaltan sólo la carne. En el Cielo no hay día ni hay noche: el resplandor de la gloria de Dios, lo alumbra todo; siempre. Todo el tiempo se alaba y adora a Dios.