En muchas ocasiones he trabajado con niños y niñas que han sufrido de acoso escolar o Bullying. Cuando llegan a consulta generalmente se debe a que en la mayoría de los
Otros síntomas pueden relacionarse con cambios en laconducta: mienten, tienen episodios de llanto y/o enojo sin razón aparente, muestran baja tolerancia a la frustración. Los síntomas también pueden ser de índole emocional como: tristeza, apatía, se muestran distantes, distraídos, callados. A nivel académico, pueden llegar a bajar el rendimiento, olvidan tareas, se muestran distantes y apáticos para socializar.
Algunos se muestran más insatisfechos con su apariencia física; de un pronto a otro hablan de que no desean ser gordos, o no les gusta su color de piel. La autoestima es baja y fluctuante. Manifiestan sentimientos de inadecuación con respecto a su apariencia; pueden expresar que se sienten feos, gordos, flacos… sin que necesariamente esto sea una así; lo que nos hace pensar en que exista una distorsión de la realidad. En una ocasión una madre me refirió que su pequeña a la hora del baño le insistía en que la bañara mucho para que se le quitara el color negro de su piel.
En general, el acoso escolar o bullying es un tipo de agresión que puede deteriorar de forma permanente e irreparablemente a una persona.
Como adultos, en ocasiones no tenemos claridad con respecto a la manera de proceder y podemos llegar a cometer errores importantes en el abordaje con nuestros hijos e hijas. Recordemos que el bullying o acoso escolar se caracteriza por ser es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares o colegiales, de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
Por esta razón, deseo dejarle algunas recomendaciones a usted como padre o madre de un menor que podría ser una víctima de bullying, o que ha pasado por una situación así y que por supuesto desea asegurarse no volver a transitar una vía tan dolorosa.
Recomendaciones para con la institución educativa
Recomendaciones a nivel familiar:
1- Escuche y valide el sufrimiento de su hijo/a. Evite usar frases como: “No le haga caso”, “ignórela”, “hágase el sordo”…. Esto solo refuerza el rol de víctima.
2- Bríndele herramientas válidas para enfrentar este tipo de situaciones: ponerles un alto de manera firme y segura, evitar llorar o mostrar debilidad ante el acosador, buscar a algún docente para que denuncien la situación y otras. Puede implementar el juego de roles para ensayar con ellas y ellos posibles respuestas ante situaciones de acoso escolar.
3- Insistan en el tema del respeto sin acudir a mensajes contrarios como decirles que les contesten de la misma manera o que respondan de forma agresiva ya sea física o verbalmente, pues de esta manera usted le da a su hijo/a el mensaje de que la agresión se resuelve con agresión y de alguna manera le dice que se convierta en eso que tantos problemas le genera en este momento: en un bully.
4- Revisen a nivel familiar cuáles patrones tienen en la casa que refuerzan el rol de un víctima de bullying o el rol de acosador: si en la casa se establece la agresión como una forma de solucionar conflictos o de “corrección”; usted esta emitiendo un mensaje muy peligroso a sus hijos e hijas porque cuando los otros hacen algo indebido pueden usar la violencia para corregir o demandar algo= bully o acosador; O cuando me equivoco, cuando me pegan o agreden, no reacciono porque esto es un medio avalado en mi casa para “corregir” = víctima. Muchas mujeres que viven violencia doméstica la justifican a partir de decir que ellas lo provocaron, que fue su culpa, que se merecían este castigo; esto porque quizás desde niñas incorporaron que debían ser castigadas cuando fallaban… ALERTA!!!
Recomendaciones en la relación madre-padre/hijo-hija
1- Fortalezca la relación con su hijo/a. Muchos padres y madres refieren que se dieron cuenta muy tarde de la citación que vivían sus pequeños. Hay familias en donde la comunicación esta muy deteriorada; los padres son los últimos en enterarse de lo que les sucede a los hijos/as. Trabaje en modificar estas situaciones y fortalezca la relación de confianza. Escúcheles; debe buscar un espacio DIARIO para conversar con ellos y ellas. Aunque no sean de mucho hablar. Busque acercarse mediante el juego. Si usted no ha cultivado una buena relación, no espere que de buenas a primeras se acerquen y abran su corazón. Aunque le suene duro, la confianza es algo que se gana y se debe invertir en cuidados especiales para tener un buen nivel de confianza.
2- Aunque le suene extraño: pregúntele TODOS los días como fue su jornada; busque que le cuente cualquier evento de acoso. Hágale sentir que son un equipo y que puede sentirse seguro y acompañado en esto que le acontece. No reaccione de forma pasiva o indiferente ante su dolor; muéstrele que usted se ocupa de su padecer y que juntos pueden resolverlo.
3- NUNCA intervenga ni asuma las situaciones como si fueran suyas; mucho menos si se trata de adolescentes. Una vez una madre me refirió que ante la situación de acoso que vivía su hija, ella decidió esperar a la salida del colegio a las compañeras que la acosaban y las amenazó para que no siguieran molestando a su hija. Esto generó un problema aún mayor para la adolescente, quien ahora se sentía expuesta y avergonzada ante todo el colegio por la reacción de su mamá. Pasó a ser motivo de burla de más adolescentes pues la empezaron a molestar y a acosar por la forma en la que la mamá había manejado la situación. Aunque quiera protegerlos; debe usar las vías válidas para hacerlo.
Proverbios 12:18 dice “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Para esas palabras y actos que hieren y lastiman; actuemos como medicina para el alma; curando las heridas del corazón y de las emociones con la dosis de amor que nuestros niños y niñas necesitan.
MPs. Tatiana Carrillo Gamboa.
Psicóloga Clínica-Psicopedagoga
Calle Pinzones 10 37005 Salamanca - España