Los gálatas, vivían en la región de Galacia, zona norte del este de Europa. Esta población se fue multiplicando, se fueron separando, fueron construyendo pequeños poblados y ciudades. El Apóstol

Pablo recibió a Cristo, Él lo cambió: salió a predicar, entró por esa zona y fue estableciendo congregaciones. Nosotros practicábamos el pecado; pero nos llegó el evangelio de Salvación.