Cristo murió por nosotros, para perdonar todos nuestros pecados, y ya no debemos pecar más. Pero dice la Biblia, que si somos débiles y pecamos, abogados tenemos: Cristo. Él no nos

desecha si pedimos perdón con sinceridad; tiene misericordia. El hombre de Dios tiene celo por su Obra. Pablo doctrinó y el pueblo volvió a pecar; él sufrió como dolores de parto, sintió mucha angustia.