La sabiduría es el mismo Dios, porque Él existe antes que todas las cosas; y Él las creó. Dios llama al simple y al necio, a tener entendimiento y cordura: es

decir, tener juicio o razonamiento; para actuar bien. Santiago dice que si a alguien le falta sabiduría, la pida a Dios; porque la enseñanza y el entendimiento, son más valiosos que el oro, la plata y las piedras preciosas.