Fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza; para servirle y ser felices. Por eso Satanás está molesto: nos tienta para pecar y destruirnos. Hay personas que caminan con una

Biblia en la mano. Pero si no buscan a Dios, no tendrán el Bautismo en el Espíritu Santo: condición imprescindible para echar fuera al ejército de Satanás; que puede presentarse en ellos, o en su familia.