Desde el inicio de su ministerio, Jesús se enfrentó a un personaje real, que induce a los hombres a rebelarse contra Dios. Este es Satanás, que tiene un ejército con demonios

y espíritus inmundos; con principados y potestades en los pueblos, y un príncipe de las tinieblas en cada nación. Hasta personas que se dicen cristianas, acuden a los brujos para la solución de sus problemas.