La Biblia: enseñanza de Profetas, Cristo y Apóstoles; son el cimiento de la fe cristiana y de la Iglesia: no es la religión. Los diezmos, las ofrendas o las buenas

obras, son muestras de obediencia a dios; pero no salvan. Es necesario arrepentirse, aceptar a Jesucristo y no satisfacer los deseos de la carne, que es contra el espíritu. Obedezcamos a dios y no al diablo, el rebelde.