La fornicación y el adulterio van contra lo ordenado por Dios: los hijos que nacen de estas relaciones, traen tristeza y dolor. Siempre el pecado, trae consecuencias negativas. Hace muchos

siglos, se viven las guerras entre árabes y judíos: dos pueblos nacidos de un mismo padre. La propuesta y/o legalización de matrimonios, entre personas del mismo sexo; trae conflictos sociales.