En la Ley del pacto con Moisés habían leyes morales y de prácticas religiosas que dios mandó: en ésa época era necesario. Él sabe lo que hace. En la Doctrina de

Cristo estos ritos y ceremonias ya no se realizan. El Sumo sacerdote es Cristo y cuando nos convertimos; nosotros somos sus sacerdotes. Ya no se rocía sangre de animales ni agua bendita. Ahora lo que hace la obra es la Fe.