La mujer debe estar sujeta al varón, y no debe enseñorearse de él: eso es indecoroso. El varón fue creado primero, y la mujer fue la primera que pecó. La Biblia

no registra sacerdotisas, y Cristo no escogió mujeres para su ministerio. Pero hubo mujeres a quienes Dios usó: Débora profetisa, mujer de Lapidot; Hulda mujer de Salum, consultada por el rey Josías; María, madre de Jesús.