Dios, el creador de todas las cosas, de todo el universo y es nuestro creador; hace milagros, proezas, maravillas. Si le reconocemos, amamos y obedecemos su Palabra; Él nos guarda de

todo mal, si clamamos: nos sana, nos protege, nos liberta. Todo el que acepta a Jesucristo y le entrega su vida con sinceridad, se convierte en un hijo de Dios: su Padre celestial le protege siempre.