Llegó a Efeso, Apolo: varón elocuente, culto, poderoso en las Escrituras, instruido en los caminos de Dios, de espíritu fervoroso; enseñaba con diligencia, aunque solamente conocía el Bautismo del arrepentimiento

de Juan. El Bautismo en agua es por inmersión. El Bautismo en el Espíritu santo es poder de Dios. Una de las señales es el hablar en lenguas, según como el Espíritu guíe.