por fe se recibe la Salvación del alma, luego de un sincero arrepentimiento. El proceso de crecimiento espiritual es de rodillas, como lo enseñó Jesús, los Apóstoles y todo verdadero

hombre de Dios: en oración, ayuno, vigilia. Esto, como una preparación básica para el servicio a Dios. Para recibir el Bautismo en el Espíritu santo, hay que ser santo y limpio de toda mala costumbre.