La Iglesia de Jesucristo es el pueblo redimido, separado del pecado; que se ha arrepentido de sus pecados y ha entregado su vida a Cristo. Es necesario que cuando la Iglesia

se reúna haya oración, cánticos, Doctrina, lenguas y profecías. Dios concede la Profecía para edificación, consuelo y exhortación de su Iglesia: es la declaración de un hombre o mujer lleno del Espíritu Santo.