En las reuniones de la Iglesia de Jesucristo; tienen que haber alabanzas, cánticos espirituales, salmos e himnos. La predicación del Pastor, bajo la unción del Espíritu Santo; manifiesta su inspiración en

la doctrina: consolación y exhortación para el pueblo de Dios. Si se manifiestan los dones, y algunos hablan en lenguas; ellos deben sujetarse a la autoridad del que profetiza.