El pobre, el rico, el de toda condición material; debe alabar y adorar a Dios, en humildad. Cristo siendo rico, se juntó con los pobres, con los sencillos: es un gran

ejemplo. Dice la Biblia, que siempre hay que preferir a los de la familia de la fe. Y si viene la tentación, sabemos que ella viene de Satanás: ese ataque lo vamos a rechazar, en el nombre de Jesús; y vamos a vencer.