Hay una riqueza indecible, en el servicio a Cristo. A todo el que cree en Cristo, Él le da dones; que son capacidades para trabajar en la Obra del Dios, y

destruir las obras del diablo. Muchos sufren, porque no claman por las promesas de Dios para sus hijos; que son miles. Si tiene fe, pida esas promesas y Dios se las dará. Es importante tener a Cristo, amar a Dios y a las almas.